Fue elegido el nuevo consejo de la SNA, el cual yo presido, se trata del consejo más joven de nuestra historia con una gran participación de mujeres. Una de nuestras primeras acciones fue iniciar una gira por las regiones de Chile para escuchar de primera fuente las inquietudes de los agricultores.

Dentro de este recorrido uno de los temas más recurrente ha sido la falta de liquidez, la falta de capital de trabajo, como resultado de dos malas temporadas consecutivas. En términos de rentabilidad deben ser las peores temporadas de los últimos 40 años. Por eso, como SNA hemos iniciado reuniones con los bancos para contarles estos escenarios más auspiciosos. Y como los bancos son buenos gestores, estoy convencido de que querrán ser nuestros socios, como lo han sido siempre.

Otro desafío que hemos recogido es la urgencia de potenciar la competitividad del agro chileno. Hemos perdido nuestra posición de liderazgo regional frente a competidores como Perú y otros países del hemisferio sur. Debemos agregar a la India como mercado atractivo. Conquistarlo al igual como lo hicimos con China.

La competitividad también va de la mano de la disponibilidad de agua. Vivimos la sequía más grande de nuestra historia, por extensión en tiempo y territorio. Chile no cuenta con una estrategia hídrica adecuada, que comprometa esfuerzos públicos y privados.

Como SNA hemos planteado que sería más eficiente y rápido avanzar con embalses de menor tamaño, cuyo costo es más bajo y sus tiempos de tramitación más breves, debido a sus menores impactos medio ambientales y sociales. Pero tampoco vemos avances.

Otra preocupación de los agricultores apunta a la informalidad laboral y la migración. Nos reunimos con la ministra del Trabajo, Jeannette Vega, con quien abordamos la realidad laboral de nuestro sector. Hablemos de la importancia de ordenar la casa en materia migratoria, fomentando la formalidad en la agricultura. También hablamos de lo complejo que es implementar la ley de 40 horas en los campos, donde no podemos ajustarnos a horarios rígidos.

Como todos los chilenos, nuestra mayor preocupación radica en la seguridad. El crimen organizado se ha tomado todas las regiones, con gran poder de fuego y una absoluta falta de respeto a la vida e integridad humana. Sin embargo, la macrozona sur es por lejos la más afectada, estamos en una nueva fase de violencia donde se arremete directamente contra vidas humanas. Hay consenso respecto de que requerimos una clara política de Estado para hacer retroceder y extinguir el terrorismo y el crimen organizado. El Estado de Excepción “acotado” es insuficiente. Esta situación de ataques constantes no sólo afecta a los habitantes de la macrozona sur, sino que a todo el país al comprometer la producción de alimentos y de madera. ¿Cómo vamos a sembrar si no sabemos si podremos cosechar?

Queridos agricultores, en estos tiempos de desafíos y cambios constantes, es esencial que nos mantengamos unidos como gremio. Nuestro poder como agricultores radica en nuestra unidad. Trabajemos juntos, como una sola voz, para proteger nuestros intereses, mejorar nuestras prácticas y asegurar que las generaciones futuras puedan heredar una industria agrícola fuerte y sostenible. UNÁMONOS PARA CULTIVAR EL FUTURO.

Antonio Walker Prieto
Presidente
Sociedad Nacional de Agricultura