En un contexto agrícola desafiante y en constante evolución, la Asociación Gremial de Importadores y Productores de Fitosanitarios, Fertilizantes y Bioestimulantes para la Agricultura (IMPPA A.G.) ha desempeñado un rol clave en el desarrollo del sector en Chile. Con más de 30 años de trayectoria y socios de la SNA desde el 2024, esta agrupación ha representado los intereses de empresas nacionales e internacionales dedicadas a la fabricación, importación y distribución de productos para la protección y nutrición de cultivos.
Gabriel Ormeño, presidente de IMPPA, explica que el gremio nació en un momento crítico para la industria de pesticidas en Chile, cuando se hizo evidente la necesidad de una entidad que representara a las compañías del rubro ante el sector público y privado. Desde entonces, la asociación ha contribuido en el desarrollo de normativas agrícolas en materia de fitosanitarios, biológicos, fertilizantes y bioestimulantes. Además, “su rol ha sido fundamental en mitigar los impactos medioambientales, impulsando el reciclaje de los envases de fitosanitarios y fertilizantes, desde ya casi 20 años, aportando a la nueva ley de reciclaje nacional, desde su gestación “, destaca Gabriel Ormeño.
El gremio también ha promovido la colaboración y las relaciones institucionales en la industria nacional y extranjera, en cuidado del progreso de la industria agroquímica en concordancia con la reglamentación nacional y mundial. “Nuestra especialidad y conocimiento agrario nos hacen responsables de comunicar y compartir este quehacer, en engrandecimiento y resguardo del ámbito agrícola nacional aportando una estabilidad en los precios de los productos”, afirma Ormeño.
Un nuevo socio, un viejo conocido
A pesar de que IMPPA A.G. y algunos de sus miembros ya habían participado en iniciativas conjuntas, su ingreso formal a la Sociedad Nacional de Agricultura en 2024 marca un hito. “Nuestro gremio entró el año pasado a la SNA, y a la fecha somos activos partícipes en múltiples instancias que pone a disposición la Sociedad Nacional de Agricultura”, explica Ormeño.
Para IMPPA A.G. esta alianza representa una oportunidad de sumar capacidades, conocimientos y visiones en favor del resguardo y fortalecimiento del sector agrícola, como destaca su Presidente: “Reconocemos la riqueza de representar a nuestros asociados en un país donde la producción de alimentos requiere cada vez más colaboración y eficiencia.”
Gabriel Ormeño comenta que el contexto actual de la agricultura chilena está marcado por cambios constantes y desafíos estructurales, que van desde la evolución tecnológica hasta la crisis climática y la competencia internacional. En este escenario, IMPPA trabaja en diversas áreas clave: protección de cultivo, facilitar el acceso a productos biológicos, ajustes en la nueva ley de fertilizantes foliares y combatir el comercio ilegal.
Sobre este último, el Presidente de IMPPA enfatiza que “desde hace un tiempo, el comercio ilegal ha abierto peligrosos flancos que perjudican la seguridad alimentaria, lo que es una situación preocupante y peligrosa para nuestra producción de alimentos”. Para ello, la asociación ha decidido enfocarse en cortar tanto la oferta como la demanda de estos productos irregulares.
Pasos fundamentales para el futuro
Con una visión clara y comprometidos con el desarrollo del agro chileno, IMPPA A.G. ha trazado una hoja de ruta para los próximos años, buscando fortalecer la competitividad del sector, promoviendo estrategias que permitan enfrentar los desafíos actuales y posicionar a la industria en un escenario global.
Uno de los ejes en esta planificación es el establecimiento de canales de comunicación más expeditos con el Ministerio de Agricultura, “para ir solucionando los problemas que nos están produciendo una pérdida de competitividad en el sector frente a nuestros competidores del hemisferio sur”, detalla Gabriel Ormeño.
A esto se suma la incorporación de nuevos portafolios de productos y nuevas empresas que aún no cuentan con representación gremial.
En el ámbito medioambiental, IMPPA A.G. busca anticiparse a las metas establecidas en la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP) y masificar la recolección de envases plásticos, junto con mantener una cooperación internacional activa, para garantizar que la industria nacional se desarrolle en sintonía con los estándares internacionales.
Además, apuesta por la digitalización del agro, y por el fortalecimiento de la Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i) a nivel local, con el objetivo de generar soluciones concretas a los desafíos que enfrenta la agricultura chilena.
Con sus nuevos objetivos adaptados a los desafíos del sector y a lo largo de sus 30 años de trayectoria, IMPPA A.G. ha demostrado ser un actor clave en la agricultura nacional. Su incorporación a la SNA fortalece su rol y abre oportunidades para el desarrollo del sector. En ese sentido, Ormeño destaca que “la producción de alimentos en Chile se realiza con estándares de calidad iguales o superiores a los de los países que nos compiten por los mercados. Es fundamental que esto se comunique y se valore”, concluye, reafirmando el compromiso de IMPPA con el crecimiento de la agricultura en Chile.
ABC del Consejero:
Carolina Eterovic, de la agricultura al liderazgo femenino
Carolina Eterovic es una voz importante en el ámbito agrícola y empresarial en Chile. No solo por su carrera en el agro, con “Sur de Flores”, sino también por su compromiso con el empoderamiento de las mujeres. Fundadora y Presidenta de Mujeres Empresarias, hace 25 años, Carolina ha jugado un papel fundamental en apoyar, visibilizar y promover la participación laboral femenina, tanto en el agro como en el ámbito empresarial.
Agrónoma
A diferencia de muchos otros profesionales del sector agrícola, Carolina no creció en una familia ligada al campo. De hecho, en su familia no eran agricultores y vivió en Santiago durante su niñez y adolescencia. Sin embargo, desde joven, Carolina sintió una profunda conexión con la naturaleza. Su atracción por las flores, los frutales y la naturaleza, por ir a la feria y ver los productos frescos, la impulsaron a estudiar Agronomía en la UC, una carrera que describe como “súper completa”, y que le permitió comprender cómo funcionan los ciclos de la vida, el clima y los cultivos. “Todo tiene una manera de hacerse y yo creo que así también es la vida; hay que esperar los tiempos de las cosas.”
Balance entre los géneros
Mujeres Empresarias, es una organización que lleva más de 25 años promoviendo la equidad de género en el ámbito profesional y empresarial.
Carolina la fundó con la idea de apoyar y dar herramientas a las mujeres emprendedoras y a visibilizar y preparar para roles de liderazgo y responsabilidad a las mujeres que elegían hacer su carrera en una empresa, en un contexto en que había poca ayuda para ellas. En esos años no se veían mujeres en roles de toma de decisiones y liderazgo en las empresas, y las que había, no se conocían. “Por otra parte, un grupo importante se quedaba atrás en lo laboral al tratar de compatibilizar el trabajo y la familia, lo que aún sucede, pero se está trabajando para poder apoyarlas desde lo público y lo privado.”, dice.
“Las mujeres en verdad se sentían mucho más empoderadas y seguras para poder hacer sus negocios y también era como un círculo virtuoso porque muchas de esas mujeres contrataban mujeres también en su equipo”, detalla.
Carolina enfatiza que el liderazgo femenino es complementario al de los hombres. Los equipos mixtos, donde hombres y mujeres trabajan juntos, son mucho más productivos y efectivos: “El sello que siempre ha estado presente, es que fuera totalmente complementario y balanceado. Ahí está la gracia.”
Creación de Sur de Flores
Tras estudiar en Estados Unidos, Carolina identificó una oportunidad única en la industria de las flores. Su experiencia en Harvard le abrió los ojos a las posibilidades que Chile tenía para desarrollar este sector.
Carolina explica que se dio cuenta de que Chile, al estar en el hemisferio sur, tenía una ventaja geográfica para producir flores como la peonía, logrando combinar su trabajo por el agro y por la mujer; “me hizo un click en que podía unir estos dos mundos”.
Así nació Sur de Flores, un proyecto enfocado en la producción y exportación de flores, especialmente de peonías. “Es un negocio totalmente de mujeres, las que cosechan, las que embalan, incluso en las labores agrícolas también son mujeres, por el cuidado que hay que tener”.
Carolina proyecta con optimismo sus dos mundos empresariales. Los próximos pasos con Sur de Flores son crecer en la exportación y convertirse en productora en el mediano plazo. Respecto a Mujeres Empresarias, Carolina explica que Chile es un país que está avanzado en términos de cómo las mujeres pueden liderar y transformar la economía y el agro, y busca replicar el ejemplo chileno en otros países.