La reciente temporada de cerezas marcó un récord en volumen exportado, pero también expuso fragilidades del sector. Diferenciación y diversificación se perfilan como claves para superar los desafíos y asegurar el futuro de la industria frutícola chilena.
La temporada de cerezas 2024-2025 quedó marcada por retos significativos que han puesto a prueba la resiliencia de la industria frutícola chilena. Aunque el volumen exportado alcanzó cifras históricas, con un crecimiento considerable respecto a temporadas anteriores, esta sobreoferta generó una disminución en los precios internacionales.
Según un informe de Colliers, hubo un aumento de 55% de las exportaciones, que pasaron de 83 millones de cajas en 2023/24 a 120 millones de cajas en 2024/25 y una caída abrupta de los precios del 50%.
Además, problemas logísticos, como demoras en los puertos y congestión en los principales mercados asiáticos, dificultaron la distribución oportuna de la fruta, afectando su calidad y competitividad.
Antonio Walker, Presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), expresó durante una entrevista con el Diario Financiero: “Podemos revertir el escenario de esta temporada, pero necesitamos ciertas medidas. Una es que la banca apoye al sector, porque tenemos un año de baja rentabilidad frente a muchos muy buenos. El otro llamado es a la unión de la industria, tenemos que tener un sello de calidad para mejorar la condición de calidad de la cereza. Y lo tercero es seguir invirtiendo en promoción en China, porque es un gran mercado y hay un porcentaje de la población que todavía no consume cereza. Esa promoción es fundamental, y en paralelo es necesario diversificar y abrir nuevos mercados”.
La dependencia en un mercado como el asiático, particularmente China, también evidenció riesgos, ya que cualquier alteración en la demanda o logística tiene un impacto directo en los retornos para los productores chilenos. Estas lecciones dejan claro que, aunque Chile sigue siendo líder en la producción y exportación de cerezas, es urgente replantear estrategias para fortalecer su posición a nivel global.
La importancia de diferenciar la cereza chilena
Uno de los mayores desafíos que enfrenta la industria es la necesidad de diferenciar la cereza chilena en un mercado global cada vez más competitivo. El sello de calidad de las cerezas chilenas debe trascender su dulzura y firmeza, incorporando elementos como la sostenibilidad, la tecnología en producción y la garantía de frescura.
“La cereza chilena se diferencia por sí sola de las otras porque somos prácticamente el mayor productor del hemisferio sur y se diferencia porque es un producto de calidad, apetecido y que normalmente llega en muy buenas condiciones a los mercados. Sin embargo, para que el resultado sea óptimo se requiere hacer algunas gestiones a nivel local, a nivel productivo, como regular de mayor manera las cargas y privilegiar el embalaje de calibres grandes”, señala Víctor Catán, presidente de Fedefruta.
En esta línea, iniciativas lideradas por Frutas de Chile han promovido campañas de marketing en destinos clave como China, destacando las características únicas de la cereza chilena.
Diversificación: Un camino necesario
La dependencia excesiva de un solo producto, como la cereza, y de casi un solo mercado, como lo es China, representan un riesgo considerable para el sector frutícola. La saturación del mercado y los problemas logísticos que afectaron la reciente temporada resaltaron la necesidad de diversificar la oferta frutícola chilena y los mercados, para garantizar la estabilidad y el crecimiento a largo plazo.
“Ricardo Ariztía de Castro siempre nos decía: pongan los huevos en distintos canastos. Y eso es verdad, y hago un llamado a los agricultores a diversificar, eso siempre es un seguro. Cuando uno solo planta una especie, es más riesgoso”, recordó el Presidente de la SNA en conversación con el Diario Financiero.
“Es muy importante ampliar el portafolio de especies y variedades. Chile tiene un clima mediterráneo que le permite exportar una variedad grande de frutas. Los agricultores tienen que apuntar a tener un portfolio amplio de variedades para no depender de una especie”, agregó Walker.
Respecto a qué otros frutos tienen un buen potencial, el Presidente de la SNA destacó al avellano europeo, el nogal, los kiwis, la uva de mesa, la manzana y algunos berries “que están agarrando fuerza”.
Sobre esto, Catán también indicó que “estamos invitando a los agricultores, a los productores de fruta a tener una matriz más diversificada, idealmente en tres especies, pero también entendiendo las complejidades que tienen todas las zonas, no en todas las zonas se pueden poner todas las especies y eso creemos que debiera ser una estrategia a seguir”.
Asimismo, respecto a que más del 90% de la cereza exportada llegue a China, el Presidente de Fedefruta explicó que “estamos reuniéndonos con ProChile, estamos haciendo una estrategia para el próximo año sobre cómo mejoramos nuestra presencia en otros mercados para el caso de la cereza, sobre todo países del Asia, mercados como Brasil, Europa y Estados Unidos que si bien han crecido, creemos que queda bastante espacio para crecer”.
Mirando al Futuro
La temporada de cerezas 2024-2025 nos deja una lección clara: El éxito no solo depende de la calidad del producto, sino también de la capacidad de innovar y adaptarse a las exigencias del mercado. Chile tiene la oportunidad de fortalecer su posicionamiento global a través de la diferenciación y la diversificación como pilares del desarrollo frutícola. Sin embargo, esto requerirá un esfuerzo conjunto de todos los actores de la cadena para garantizar un futuro próspero y sostenible.
Respecto a los problemas de las cerezas y la fruta en general y los desafíos del sector, el presidente de Frutas de Chile, Iván Marambio, señaló en EmolTV que “esta temporada, como temporada frutícola, ha sido compleja. Hemos tenido problemas logísticos, hemos tenido problemas en el mercado, como en la cereza, sin embargo estamos creciendo. Nosotros somos un sector que nos adaptamos a los problemas, ya sea a los que nos impongan los mercados, el clima, (…) Vamos reinventándonos para solucionarlos”.