La  inseguridad es una emergencia en crecimiento, una crisis que cobra vida y genera grandes pérdidas económicas para la cual la respuesta está llegando tarde.

El robo con doble homicidio ocurrido en Graneros durante la madrugada del 12 de marzo es reflejo de un importante aumento de la violencia en las comunas rurales, una situación que la Sociedad Nacional de Agricultura ha venido advirtiendo desde hace más de un año. “Este robo con doble homicidio es reflejo de la creciente violencia en las comunas rurales, lo que hemos advertido desde hace más de un año. Nos negamos a normalizar que la delincuencia siga cobrando vidas y arrebatando la paz y tranquilidad del campo”, señaló el presidente de la SNA, Antonio Walker en una carta a El Mercurio.

Ante este escenario, el gremio agrícola ha reiterado su llamado a las autoridades para implementar medidas inmediatas que refuercen la seguridad en las zonas agrícolas, a través de una mayor presencia policial, respuestas rápidas ante emergencias y una eficiente persecución de los delitos. “Exigimos justicia para este matrimonio de agricultores y reafirmamos nuestro compromiso de seguir exigiendo seguridad para el sector rural. ¡Ya basta de seguir lamentando la pérdida de vidas humanas! Necesitamos decisiones rápidas, concretas y efectivas por parte de la autoridad”, enfatizó Walker.

Una crisis en ascenso: Resultados Encuesta de Robo Agrícola

El mundo rural está experimentando un preocupante aumento en los hechos delictivos, que van desde robos de siembra e insumos hasta el hurto de caballos de rodeo y violencia contra agricultores. Según el presidente de la SNA, “las bandas de crimen organizado se desplazaron a sectores rurales porque hay menos protección policial, menos carabineros, menos funcionarios de la PDI, menos fiscales especializados”.

Entre el 6 y el 13 de marzo la SNA realizó la primera Encuesta de Robo Agrícola. El proceso fue de manera online con una muestra de 1.092 respuestas y demostró que la delincuencia afecta a empresas grandes, medianas y pequeñas.

 Los principales resultados muestran que el 78% de los encuestados ha sido víctima de un robo durante el último año, el 11% de esos robos fue con violencia.

El 72% de los encuestados fue víctima de un robo 2 veces o más, ocasionando una pérdida estimada para el sector de $USD 380. Dentro de las especies sustraídas lo más común es el robo de insumos agrícolas (29%), seguidos por la producción (18%) y las instalaciones eléctricas (16%).

Por otro lado, el nivel de confianza en resultados positivos al hacer una denuncia es de 33%, una cifra que preocupa dentro del gremio: “La baja confianza en la efectividad de las denuncias es un desafío preocupante. Es fundamental incentivar su realización, ya que constituye la principal fuente de información sobre la ocurrencia de delitos”, recalcó Antonio Walker, presidente de la SNA. 

También el gremio presentará un manual de denuncia, porque “la falta de registros oficiales solo profundiza la indefensión del agro”, señalaron desde la SNA a Revista El Campo.

El impacto económico y social de la inseguridad

La Confederación de la Producción y del Comercio, a través de una declaración pública, advirtió que Chile está perdiendo la batalla contra la inseguridad y llamó al Gobierno a asumir su responsabilidad. “Los chilenos vivimos con miedo y hemos dejado de hacer nuestra vida normal porque la inseguridad nos ha obligado a cambiar hábitos, restringir nuestros movimientos y limitar nuestra libertad. Asimismo, está afectando la actividad económica, poniendo en riesgo miles de empleos y frenando inversiones clave para el desarrollo de Chile”, señala el comunicado.

Desde la CPC se enfatizó que el Estado debe estar a la altura de la crisis y fortalecer las instituciones encargadas de perseguir el crimen: “No hay progreso posible en un país donde el miedo impide el normal funcionamiento de la sociedad”.